Abres la puerta de las destartaladas ruinas y, donde esperabais encontrar aliados que os ayudasen a escapar, veis a una pareja de guardias civiles, uno de los cuales os apunta con su rifle.
-¿Creíais que no levantaríais sospechas?- os impreca el otro-. Arriba esas manos, que nos espera una larga conversación en el cuartelillo.
El escenario que se presenta ante vosotros es realmente comprometido, y las posibilidades de salir de esta no están a vuestro favor.