Ir por la Vía Laietana os garantizará no meteros en ningún callejón sin salida, y diriges al grupo hacia allá. En efecto, la carrera por una de las avenidas más conocidas de Barcelona os permite avanzar sin obstáculos, pero no habéis reparado en el grupo de guardias civiles que, a pie o a caballo, mantienen ahí un puesto seguro. Vuestros perseguidores claman a gritos que son policías y sus compañeros se lanzan contra vosotros. Amelia es agarrada a la carrera, mientras Julián es derribado con un golpe de porra en los muslos. Alonso se lleva la peor parte y es embestido por un policía a caballo, y casi muere aplastado bajo los cascos de la montura. Sois esposados y os trasladan a la prisión de la ciudad. Privados de vuestra libertad, sois incapaces de imaginar cuáles serán las repercusiones en la Historia de España de vuestro fracaso en la misión.

FIN