Piensas con rapidez y diriges la persecución hacia el carrer d´Elisabets. Allí habíais podido ver una columna de humo ascendiendo de una iglesia, señal de que ha de haber un grupo de exaltados. Eso os beneficia, pues los policías, al ver hacia donde os dirigís, dan la presa por perdida y se retiran, ya oyendo tras de sí insultos de la población civil barcelonesa, que os recibe con aplausos suponiéndoos héroes del alzamiento. Habéis huido por poco, quizá no volváis a tener tanta suerte en vuestra búsqueda de ese profesor libertario.

¿Dónde continuáis buscando?

-¿En la Plaza, con los sublevados?

-¿En el Bar, con sus compañeros?