Las repercusiones de vuestro fracaso pueden ser inimaginables, así que avanzáis buscando cobertura hacia los atrincherados. Unos pocos valientes mantienen la posición e incluso intentan defender la posición con armas que bien podrían haberse usado en la Guerra de Independencia. Cuando alcanzáis a Roger, un joven barcelonés es abatido a vuestro lado con una bala que le vacía el cráneo.
-¡¡Roger!! ¡Estamos buscando al profesor Ferrer i Guardia!
-¡¿Qu.. qué?!
-Es muy importante- dices. Estar en medio de un asalto para seguir una pista vaga lo hace evidente-. Tiene que darnos algo que es vital.
-¿Sabe donde está?- interviene uno de tus compañeros. Él asiente, aún incrédulo.
-Me contó que iba a ir a ver a sus amigos anarquistas, al bar L´Estiu.
Apenas ha acabado la frase cuando un par de soldados asaltan la barricada. Alonso se abalanza sobre uno de ellos, le arrebata el rifle y le golpea en la barbilla con él, con un movimiento ascendiente. Roger no tiene tanta suerte, y su atacante le clava la bayoneta en el pecho. En un último esfuerzo, el joven idealista le quita la pistola de su cinto y la descarga en su pecho. Los dos mueren olvidados por la Historia mientras el caos se adueña de la ciudad condal. Antes de huir ves un sobre asomando de la chaqueta del soldado muerto. Impulsado por una corazonada, te haces con él.
-¿Qué es eso que has cogido?
Lo abres y lo lees con detalle.
-Es una carta de presentación del soldado a su nuevo destino- explicas-. Pobre chico, otro muerto más en este sinsentido.
-Conservémosla- te sugiere uno de tus compañeros-. Puede que nos sea útil más adelante.