Improvisas una burda excusa para librarte del hombre, que muestra cierta decepción pero se despide con ánimos y arengas. Al reunirte con tus amigos, les dices que ya conoces el nombre de la persona a la que buscáis
Improvisas una burda excusa para librarte del hombre, que muestra cierta decepción pero se despide con ánimos y arengas. Al reunirte con tus amigos, les dices que ya conoces el nombre de la persona a la que buscáis