Cuando os acercáis al capitán, éste despide a su soldado con un gesto despreciativo. Tu mirada se cruza con la del recluta, que no muta el gesto y se aleja. El capitán alza la cabeza al veros y guarda unos planos que consultaba y que no llegáis a ver con detalle.
-¿Sí?- dice secamente, con gesto de no entender porqué os acercáis a él ni tener ganas de descubrirlo.