-Querría preguntarle, maestro…
-Será mejor que se vaya- le interrumpe don Miguel-. Si sólo es el Quijote lo que le interesa, le puedo asegurar que de momento no se lo puedo ofrecer. Si en unos meses, o en unos años, el ingenioso hidalgo abandona su reposo, recordaré su visita.
Julián asiente, sabiendo por el tono de Cervantes que no nada más va a conseguir.