Lope sonríe con desprecio.
-Ese escritorcillo con sus pocos éxitos y sus despreciables triunfos. Fuimos en su momento amigos, Monstruo de la naturaleza llegó a llamarme. Pero el respeto se pierde rápido cuando el éxito no acompaña, y aprovechó el triste púlpito de su obrita caballeresca para atacar mi honor.
-Me gustaría saber vuestra opinión por esa obra de la que tanto se habla. El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
-¿Habéis oído hablar de un tal Alonso Fernández de Avellaneda?