-Nosotras no podemos decidir cuál será la Historia, Lola- la desengañas, con cierto pesar en tus palabras-. Los hombres y mujeres de cada siglo, de cada año, tomaron sus decisiones, y no podemos interferir. Todos ellos fueron dueños de su libertad, y de sus errores, y no permitiré que se los arrebates. Si no dejamos que la Humanidad se equivoque -zanjas-, ¿cómo llegaremos alguna vez a aprender?

Lola niega con la cabeza, y sonríe apenas.

-¿Conseguiré sacarte de tu error alguna vez, Amelia?- se lamenta. Hay, no obstante, cierta admiración en su voz.

Sigue por aquí