Les basta volver a ver a Alonso apuntándoles con su arma para responder a cada pregunta que les hacéis.

-¿Quiénes son?- les demanda Amelia.

-Somos miembros del gobierno- responde uno, sin dejar cierto tono desafiante-. Os estáis metiendo en un lío por retenernos así.

-Ese es nuestro problema- quita importancia Julián-. ¿Cómo sabían que iba a pasar esto?

La pregunta es pertinente. Era imposible anticipar, con esa precisión, lo que iba a ocurrir, con tanta precisión en detalles y lugares. Es obvio que se ha manejado información privilegiada, y la presencia de otros viajeros en el tiempo es una posibilidad muy plausible.

En esta ocasión, tardan más en responder.

-Fue la mujer- dicen al fin-. Acudió al gobierno asegurando disponer de información muy valiosa. Si la atendíamos, España volvería a ser una potencia a la que todos tendrían que tener en cuenta. Ofreció pruebas de que realmente sabía qué iba a ocurrir, y nos guió hasta aquí.

-Lola Mendieta.- adivinas. ¿Qué otra mujer con conocimientos del futuro y acceso a las puertas del Tiempo mercadea mezquinamente en el pasado con fines egoístas? Pero, ¿la bomba atómica?¿no hay límites para esta mujer?

-Sería extraño que no estuviese ella en persona dirigiendo la operación- deduce Amelia-. Es muy meticulosa y controladora.

-Debemos asegurarnos de que sus tejemanejes acaben aquí y ahora.- la sentencia Alonso. Julián asiente.

-Destruyamos este aparato y continuemos con la siguiente bomba. Hay demasiado en juego en esta misión.