Por fin conseguís atraer la atención de los soldados americanos, que se os acercan a la carrera.

-¡Hemos rescatado a su pìloto!- les dice Julián, confiando en que alguno hable español-. Tiene varias fracturas, pero de menor consideración. Se las he estabilizado.

Los americanos, incrédulos de encontrar a un superviviente, se acercan al herido.

-They… they save me.- llega a decir, antes de volver a rendirse a la inconsciencia. Todo el regimiento os mira con agradecimiento y admiración. Para ti, el que el malherido tripulante utilice sus mermadas fuerzas para reconocer y agradecer vuestro esfuerzo te devuelve la fe en el género humano.

-Muchas gracias por su ayuda- os estrecha la mano el oficial-. Si en algún momento necesitan al ejército norteamericano, recordaremos lo que han hecho.

Asientes, agradecido. Sus paramédicos evalúan y evacuan al herido, mientras los otros escarban entre los restos. Anota PILOTO.

Vuestra labor ha concluido aquí pero, ¿no sería buen momento para sonsacar información a los soldados sobre la bomba que estáis buscando?