Con humildad, Julián se levanta y se despide del dramaturgo.

-Señor, ha sido un placer el haberle conocido. Gracias por acogerme en su casa. Espero poder seguir disfrutando muchos años de su obra y leer, en breve, la continuación del Quijote.

Cervantes se apacigua un poco.

-O de la Galatea.

Cubriendose y tocándose el ala del sombrero Julián asiente.

-O de la Galatea. Hasta la vista, maestro.

El viajero en el tiempo sale a la calle y no tarda en encontrarse con Alonso y Amelia.

-¿Y bien?- inquiere ella.

Anotaste PAPEL QUEMADO

No