-¿El Quijote? Una obra reconocida. Mejor vendida que escrita, muy celebrada por el populacho. Su autor -parece como si Lope no quisiera mancharse la boca con el nombre de Cervantes- fracasó atrayendo al público en el teatro y se centró en la novela, género menos exigente.

-He leído esa obra -dice Amelia, con tacto-, y en ella se vierten sutiles burlas contra el Fénix de los Ingenios.

Lope se muestra incómodo.

-Muchos autores quieren convertir su envidia por el éxito de otros en críticas mal justificadas. No debo atender a esas críticas, o tendría que detenerme en los juicios de cada mediocre acomplejado.

-¿Sabéis si hay pendiente una continuación de la obra?

-Es posible- conjetura Lope-. Cervantes querrá aferrarse a las migajas de notoriedad que ha conseguido.

Amelia busca la manera de abordar el tema.

-¿Y una continuación escrita por otro autor?

El gesto de Lope es gélido.

-No sé cómo podría saberlo.

Amelia no insiste, sin ganas de tensar aún más la cuerda.

-Háblame de cómo ha sido tu vida desde que no te he visto. Tengo entendido que ha estado llena de reconocimiento y tragedia.

-¿Conocéis, qué sabéis y qué opinión tenéis de don Miguel de Cervantes?

-¿Habéis oído hablar de un tal Alonso Fernández de Avellaneda?