Tienes que hacerte con ese periódico, pero no debes precipitarte. Además, todo el mundo está concentrado en el partido y no hay peligro inmediato de contaminación temporal. Astutamente te ponen a seguir el encuentro junto al aficionado bajo cuyos pies reposa el periódico de mañana. La selección ataca y Camacho hace un pase largo, Santillana salta, ¡y cae al suelo con un defensa maltés!. No desaprovechas el momento.
-¡¡Penalti!!- gritas. El ánimo de la hinchada es tal que los que se encuentran cerca de la valla de separación dan instintivamente un paso adelante para comprobar si lo que has dicho es cierto. Unos protestan, otros aclaman a sus jugadores. Con una destreza insólita, tu te agachas y recoges el periódico. En efecto, la edición, ahora amarillenta, corresponde al día de mañana y anuncia un resultado ya imposible. Debes encontrar a Amelia y a Julián y dar con el intruso, a ser posible antes de que empiece la segunda parte.