Usando la sorpresa para ganar unos valiosos segundos, cierras con fuerza la puerta de la casa.

-¡Corred!- tu acción pilla por sorpresa a los agentes, y la puerta golpea el arma, que se dispara causando una explosión de astillas. Os precipitáis contra la parte de atrás del edificio, pero los guardias civiles entran de una patada y se abalanzan sobre vosotros. Tus compañeros alcanzan la ventana, pero tú no tienes tanta suerte y uno de vuestros perseguidores cae sobre ti.

-¡Alto o disparo!- si algo se puede decir de tus compañeros es que nunca te dejarán atrás. Con frustración, levantáis las manos. Seréis detenidos e interrogados y nadie sabe dónde estáis. La misión ha concluido de la peor de las maneras posibles.

FIN