Estáis en una España donde el ejército no está acostumbrado a dar explicaciones, y no será este capitán quien os lo dé.

-¿Quién lo pregunta y por qué debería responder?

A Alonso se le eriza el pelo de la nuca, pero Amelia le tranquiliza.

-Estábamos interesados en el rodaje de la película, pero ya preguntaremos a otra persona.- dirime. El militar vuelve a sus asuntos mientras os alejáis.

-No quisiéramos interferir en esos secretos de estado.- farfulla Julián. Una anciana enlutada, que parece haber estado atenta a la conversación, se acerca a vosotros cuando estáis a una distancia prudente del arisco oficial.

-Los quintos están haciendo de soldados del oeste en la película- explica-. Y construyendo el puente… el tercero ya.

-¿Puentes para la película?- indaga Alonso.

-Para una de las escenas, ¿verdad?- apuesta Julián, sabiendo de entrada la respuesta. La mujer asiente.

-Exacto. Y los ánimos están caldeados, dice la gente- la parroquiana parece pensar de repente que puede no ser prudente decir de más a unos extraños a los que de nada conoce-. Pero si quieren ir al rodaje, ese camino les llevará para allá, y muchos salen del pueblo para allá en todo momento, no les costará que alguien les acerque.

Dais las gracias a la mujer y buscáis a algún trabajador de la producción que pueda llevaros al rodaje de la legendaria película.