El corazón aún te palpita aceleradamente cuando regresáis al presente. Por poco, pero no habéis quedado varados en la posguerra.
-Atravesamos esa puerta justo unas horas antes de que quede cerrada durante medio año- Alonso se santigua-. El Destino juega con cartas marcadas.
-Y tiene un retorcido sentido del humor.- añade Julián. Amelia toma la carpeta del informe y anota con caligrafía impoluta:
-31 de Julio de 1940, Irún. Setenta y seis años al pasado. Lastima que esa puerta sólo funcione la mitad del año.
-Mucho trabajo está siendo para rellenar sólo una línea- gruñe Alonso, para en seguida recuperar su compostura habitual-. ¿Y ahora?
-Por la 1457, de la que Alonso ha creído escuchar un ambiente festivo
-Por la 1458, que Julián intuye comunica con una ciudad marítima
-O por la 1459, de la que no habéis podido anticipar nada