Haces bien en intentar dormir. Tu nuevo trabajo en el Ministerio del Tiempo impone un nivel de responsabilidad y exigencia al que debes comenzar a acostumbrarte. Repasas mentalmente los pormenores de la misión, y rápidamente tu conciencia se nuble con imágenes confusas de franceses invasores, alemanes megalómanos y nobles armadas partiendo a su destrucción, y caes en un profundo y reparador sueño.

Que descanses.