Tu teléfono comienza a vibrar en tu bolsillo. La pantalla anuncia que es vuestro jefe de operaciones quien llama.

-¿Alguna noticia, Ernesto?

-Hemos identificado el número de matrícula que nos mandaste.- informa.

-¿Y bien?- le apremias.

-Os buscáis poderosos enemigos. Es una matrícula de un coche de presidencia. Alguien del gobierno de Franco estaba allí, veinticuatro horas antes de que los aviones chocaran.

-Mal asunto.- valoras. Ernesto coincide.

-No es buena señal que la dictadura tenga demasiados datos sobre la caída de las bombas. La situación huele a viaje en el tiempo no autorizado. Tened cuidado.

Le das las gracias y transmites la inquietante información a tu equipo. El dato os preocupa, pero debéis seguir adelante.