Con un realismo inesperado, Amelia comienza a fingir los síntomas de una intoxicación aguda.
-Please, help me- interpreta-, I´m sick.
Crédulos, los guardias entran en la tienda, interesados por la salud de Amelia, y con las defensas bajadas. Alonso y Julián, dispuestos, aprovechan el momento para lanzarse contra ellos. El tercio, eficazmente, aferra a su rival desde atrás y le sofoca con una potente presa, mientras el enfermero, menos ortodoxo, logra hacerse con el arma de su contrincante y le golpea en la mandíbula con la culata. Creéis tener controlada la situación, pero en pocos segundos oís pasos a la carrera y todo un contingente se planta ante vosotros; intuyes que sus correligionarios vieron a los soldados entrar, y reaccionaron cuando no les vieron salir. Ahora, una decena de rifles os apuntan. Levantáis las manos, conscientes de que los americanos no volverán a daros una oportunidad de fuga.