Ciencia-ficción militar: La Flota Perdida
Llega un nuevo título a nuestras tiendas especializadas, Valiente, de la saga La Flota Perdida. Se edita un libro en España que no trate dezombis, eso está bien.
Valiente es el cuarto título dela Flota Perdida, una colección de ciencia-ficción militar escrita por Jack Campbell y editada por La Factoríade Ideas (todavía se me hace raro ver el logo de La Factoría de Ideas fuera de un juego de rol).
La Flota Perdida nos lleva a una guerra espacial entre dos facciones humanas,la Alianza y los Síndicos. Esta confrontación ha durado ya cien años, ha debilitado a ambos imperios y ha fanatizado a sus ciudadanos. La guerra ha llegado a un punto de estancamiento, de líneas mantenidas y de batallas cruentas que sólo sirven para ganar unos pocos parsecs a un precio demasiado elevado, aunque los Síndicos parece que están en una posición más ventajosa.
El protagonista de La Flota Perdida es John Geary, un capitán que, tras una de las primeras batallas con los Síndicos, quedó en éxtasis en una cápsula de salvamento durante un siglo, para ser rescatado por una Flota dela Alianzaque va a negociar una rendición honrosa con los Síndicos. Lo que John Geary se encuentra es aún más impactante que descubrir que ha pasado un siglo en hibernación: tras la batalla en la que “murió”, su nombre se convirtió en el de un héroe, capaz de enfrentarse a los síndicos en posición desventajosa, y vencerles con valentía y honor. Sus citas (frases que dijo en la batalla y que él ha olvidado) son repetidas por cadetes y oficiales y sus audaces estrategias son recordadas cuando la moral flaquea. John Geary se despierta y descubre a Black Jack Geary, la leyenda en la que le han convertido.
El almirante dela Flota, en el interior del territorio Síndico, sube a bordo de una nave enemiga para acordar una rendición dela Alianza, y deja a Geary, por su nombre legendario, al mando en funciones dela Flota. Pero los Síndicos, viles y traidores, acaban con los negociadores y lanzan un ataque sobrela Flotadel capitán Geary.
Y aquí comienza la historia. John Geary, al mando de una Flota de tecnología que desconoce, en una guerra que no ha vivido, ha de llevar a sus naves a territorio sguro, atravesando todo el espacio de sus enemigos, ansiosos por destruir todo el convoy y matarlo a él, al legendario Black Jack Geary. El capitán se enfrenta a una veneración por parte de sus hombres que no entiende, a una filosofía de combate diferente a la que conoció, con una indisciplina y un caos en el combate que les hace muy vulnerables, y, progresivamente, a la decepción y el recelo de los capitanes de muchas otras naves, que no reconocen al hombre al que veneraron.
La saga de La Flota Perdida, de seis libros en su original, llega con Valiente a su cuarto número publicado en español. Se trata de ciencia-ficción militarista, cercana a Starship Troopers, que narra con particular atención y verosimilitud las batallas espaciales. El enfoque que toma el autor con esta serie es muy diferente a lo habitual, lo que hace de La Flota Perdida una colección particularmente original.
En primer lugar,la Flota que Geary comanda no es un pequeño grupo de naves. Hablamos de más de 30 acorazados, casi 30 cruceros de batalla, 40 cruceros pesados, más de 60 cruceros ligeros, 180 destructores, 4 naves factoría y una fuerza de infantes de marina. Imaginaos la proporción que alcanzan las batallas.
Por otro lado, el enfoque de los viajes espaciales es interesante, aunque no particularmente original. Las naves aprovechan los campos gravitatorios de las estrellas para saltar de sistema en sistema. Cada sistema tiene en torno a dos puntos de salto, y cada uno de ellos lleva a en torno a tres nuevos sistemas. En el periodo en el que Geary estuvo en hibernación se desarrollo una nueva tecnología que disfrutan tanto síndicos como aliados, las puertas hipernéticas, una especie de Stargates en el espacio que se interconectan entre sí y permiten un viaje a velocidades aún más impresionantes. No todos los sistemas tienen puertas y para usarlas se requiere una “llave”.La Intrépida, el buque insignia dela Flota, se ha hecho con una de los síndicos, lo que invertiría las tornas de la guerra si consiguen devolverla a territorio dela Alianza.Gearyabandona la posibilidad de usar las puertas, pues están bien protegidas y los síndicos podrían darles caza fácilmente, y decide regresar saltando de sistema en sistema, un medio lento y obsoleto, pero que obligará a sus enemigos a buscarles de mundo en mundo (no todos los sistemas tienen puertas) y les obligará a dividirse para encontrarles.
El esquema de las novelas es sencillo y repetitivo, pero envolvente: el capitán Geary decide tomar un rumbo, algunos de sus capitanes le apoyan, otros se escandalizan, finalmente lo hace, llegan al punto de salto del sistema, lo analizan, lo atraviesan para llegar a otro punto de salto en el sistema, se enfrentan con las tropas síndicas, y vuelta a empezar.
El principal punto a favor de La Flota Perdida son los combates espaciales. La propia configuración de viajes espaciales que elige Jack Campbell da mucho juego. Los viajes entre sistema y sistema son rápidos, pero no instantáneos (suele ser de unos días), por lo que los oficiales pueden discutir mientras los tripulantes arreglan sus naves. Dentro del sistema las naves se someten a las leyes relativistas, viajan “lentamente” (entorno a 0´1c) y están sometidos a la velocidad de la luz en relación a las comunicaciones y a la detección del enemigo (cuando llegan ven las naves que hay en el sector, pero esas naves tardan unos minutos, incluso horas, en verlos a ellos). Así, encontramos otro elemento importante, que confiere realismo a la narración: las batallas no son aceleradas como en Star Trek o la guerra de las galaxias, sino que duran horas hasta que las naves se encuentran, avanzando unas hacia otras calculando movimientos como en una partida de ajedrez. Los diferentes frentes de batalla se hallan a minutos luz de distancia, con lo que no se pueden dar órdenes que se obedezcan al instante. Cuando finalmente hay un combate, la narración es fluida, cargada de acción y emocionante.
Jack Campbell es especialmente habilidoso al narrar un tema del que ya os hablé en la entrada de Crónicas de desgaste:la Flotava a tardar bastante tiempo en regresar a su espacio, sin suministros, refuerzos ni ayuda de ningún tipo. No puede lanzarse alegremente al combate, incluso aunque sus fuerzas sean muy superiores. Debe ser cuidadosa con el combustible, la munición y las bajas que sufra. Campbell aprovecha en los combates muy bien las Naves Auxiliares de Alta Velocidad. Se trata de las naves factoría de las que os hablaba y que, a pesar de su nombre, son increíblemente lentas dentro de un sistema solar. Poco maniobrables y pobremente armadas, estas naves (la Titánica,la Hechicera,la Trasgo y la Genio, (no tardas en quedarte con sus nombres) son indispensables, pues son las que construyen munición, repuestos y células de combustible para las otras naves. Si ellas, la misión de la Flota Perdida estaría condenada al fracaso, por lo que cuando llegan a un sistema estelar su protección es vital. A ello se suma la búsqueda de materias primas y alimentos.
Esta es la historia básica de La Flota Perdida. Obviamente he omitido partes de la trama o elementos que es interesante que vayáis descubriendo. Como pega le pondría que la lista de los escuadrones y las naves sólo se incluyen a partir del tercer número y que las portadas podían incluir ilustraciones de las naves (aunque siempre me las he imaginado como una mezcla de las naves de Starship Troopers y Starfleet Gothic).
Incluso si os gustan juegos como el Exo o el Cacería de bichos, encontraréis en la Flota Perdida un filón en estas novelas, cuyo desenlace, esperemos, conoceremos pronto en España.