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Formas de Gobierno para Ciencia Ficción y Fantasía

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A la hora de llevar a la mesa una buena partida de ciencia ficción, es necesario, si queremos componer un mundo, sociedad o cultura verosímil, debemos detenernos a definir su sistema de gobierno. La elección de un gobierno original sirve para reforzar la idea de exotismo, pero también puede ser un componente básico de la historia. Historias como 1984, Un mundo feliz o Walden 2 orbitan en torno a la sociedad y la política. La atención a la forma de gobierno, indispensable en tramas de mundos como Star Trek, Exo o Hellias, puede servir de idea para desarrollar buenas tramas en mundos de fantasía o incluso de otros géneros, como el terror o la ucronía.
En esta entrada pretendemos hablar de diferentes sistemas políticos, que los Directores de Juego pueden trasvasar a sus partidas con mínimos cambios. A fin de ser más exhaustivos que analíticos, incluiremos tanto sistemas reales como ficticios o utópicos. Como en todo listado, alguno se me acabará escapando, así que agradeceré cualquier corrección o ampliación en los comentarios.

Anarquía: en la anarquía no hay ninguna institución ni forma estructurada de gobierno ni de legislación. Podemos pensar en la Anarquía en dos términos: como el caos surgido por la falta de un gobierno (como, por ejemplo, la anarquía subsiguiente a una plaga zombi) o por la impotencia del Estado a la hora de imponer sus normas, o como la Utopía propuesta por el Anarquismo, surgida de derrocamiento del sistema anterior para hacer al individuo completamente libre y partícipe, a través de las Asambleas, de toda decisión dentro de su sociedad. En este sentido, la Anarquía sería una expresión utópica de la Democracia Directa.

Burocracia: una especie de gobierno de los funcionarios. En una Burocracia, escrita en mayúsculas, existe un cuerpo tan amplio como rígido de normas, que los funcionarios hacen cumplir de forma fría, inflexible y generalmente lenta. Encontramos un ejemplo de Burocracia en la obra de Kafka, El Proceso.

Colonia: en las colonias, el gobierno de la región está sometido a otro estado o a una institución centralizada más o menos distante. Esta situación puede ser indispensable, por la pobreza del lugar, lo reciente de su formación, los peligros a los que se expone o por lealtad y patriotismos de los propios colonos, satisfechos con su grado de autonomía (que puede ir desde el sometimiento total a una relación meramente nominal). El vínculo colonial puede ser también fuente de gran tensión, cuando la autonomía es mínima, cuando los colonos piensan haber alcanzado una “madurez” suficiente para ser considerados sociedad independiente o cuando se mezclan, o al menos cohabitan, la población nativa con la colonizadora.

Darwinismo: en las sociedades en las que se prima el Darwinismo se premia la fuerza (no necesariamente física) y la determinación para prosperar y se ve con rechazo y suficiencia a los individuos que no han sido capaces de triunfar o escalar socialmente. El individuo es muy presionado para sobresalir, se impone una fuerte meritocracia a la hora de gobernar y no se conciben ayudas o asistencias sociales a los más desfavorecidos, a los que se considera responsables de su situación. Es muy posible que no todos los ciudadanos tengan las mismas obligaciones o estén protegidos por los mismos derechos. El Darwinismo es más un enfoque que una forma de gobierno, y en estas sociedades tiene cabida desde una dictadura a una democracia en la que no todos los votos tengan un mismo valor. Diferenciamos el Darwinismo de la Meritocracia en que el primero es más implacable, y lo distinguimos de la Organicación por Castas en que la posición en la escala social no es necesariamente racial o hereditaria.

Democracia: en la democracia, el gobierno emana directamente del pueblo. Las decisiones (al menos, las más vitales) se deciden por el voto de todos los ciudadanos (sólo son excluidos los menores de edad o los intelectualmente discapacitados). Los gobernadores electos han de escuchar, y están obligados a acatar, las decisiones de sus ciudadanos, que llegarán a apartarlos del gobierno si desatienden el voto ciudadano. Como en sacodedados no damos cabida a ideas políticas fantasiosas sin ninguna base real, pasamos inmediatamente a formas de gobierno más creíbles.

Régimen de las Computadoras: los seres humanos han creado unas computadoras tan potentes y avanzadas que son más capaces que sus propios creadores para legislar a la Humanidad. El papel del hombre puede variar en estos regímenes. Puede ir desde que simplemente se introducen una baremación de factores, incluyendo diferentes grados de relevancia para que las máquinas ofrezcan la mejor de entre varias alternativas, hasta el caso en el que las Computadoras hayan desarrollado una inteligencia propia que las hace completamente autónomas para decidir por sí mismas. Podemos encontrar también gobiernos bienintencionados y eficaces de Máquinas, u otros dictatoriales o que no entiendan lo suficiente al ser humano como para atenderle adecuadamente. ¿Cómo reaccionará el hombre ante esta situación? ¿será dócil o hará frente a sus creaciones? El gobierno de las máquinas de Matrix es un ejemplo, no demasiado esperanzador, de esta política ficticia.

"Permítame que le hable de los principales puntos de nuestra campaña"

Dictadura: el gobierno de uno solo, en el que al dirigente se le dan poderes plenipotenciarios. Su mantenimiento en el poder puede venir de la mano del apoyo del Ejército, de ciertas instituciones sociales (la Banca, los Sindicatos, etc,..) o por la perversión del sistema anterior. Por ejemplo, en los Episodios I,II y III de Star Wars vemos como Palpatine llega al poder democráticamente, pero manipula las instituciones para autoimponerse de Canciller a Emperador.

Imperio: una forma extensa y de gran alcance de una monarquía o de una dictadura. Los Imperios intentan conquistar, manipular a otros estados o imponer gobiernos títeres, ¿siempre con malas intenciones?

Feudalismo: en esta forma de gobierno, el poder se distribuye piramidalmente. Los Nobles gobiernan territorios más o menos amplios, con plenas capacidades sobre la legislación y la vida incluso de sus vasallos. Disponen de sus propios ejércitos y pueden ser bastante autárquicos. Con todo, deben lealtad a un rey o regidor superior, aunque este no siempre tiene el poder para imponer sus decisiones sobre su Alta Nobleza.

Junta: un gobierno regido por una minoría de altos militares, quizá apoyados en el mismo nivel o en uno inmediatamente inferior, por personalidades culturales, militares o económicas importantes en el país. La militarización de la sociedad es muy importante y, al igual que el Comunismo, se plantea como un gobierno “temporal” hasta que una situación de “emergencia nacional” haya pasado.

Nepotismo: es principalmente una forma de corrupción o de decadencia de un gobierno de otro tipo en la que la asignación de cargos no se hace en función de la selección democrática o de las capacidades, sino de la afinidad, el vínculo de amistad o el parentesco. Así, ocupan cargos de importancia personas de bajo perfil e insuficiente preparación o incluso inteligencia.
A pesar de que la elección de los altos cargos no se hace basándose en la decisión del pueblo ni en la capacidad del elegido, no ha de confundirse con la siguiente forma de gobierno.

Monarquía: Gobierno en el que el máximo dirigente viene determinado por herencia y pertenencia a una familia real o a un clan favorecido. El que una familia sea elegida para componer la Casa Real es a veces justificado por mandato o herencia divina, con lo que el caudal genético de dicha familia es cuidado para que sólo se mezcle que con las dinastías más descatadas. Ese exceso de celo lleva en muchas ocasiones a una endogamia que acaba con la misma familia.

Comunismo: sin quererme meter demasiado en camisas de once varas, el comunismo se vincula a la socialización de recursos y sistemas de producción persiguiéndose la igualdad del individuo y la justa repartición de los bienes de un estado. Y ya está, todos somos mayorcitos para saber qué es esto y tenemos opiniones formadas, no pienso mojarme más.

Corea del Norte como gobierno multiclase; Comunismo de nivel 2, Monarquía de nivel 1, Autarquía de nivel 4 y Dictadura de nivel 8

Oligarquía: el gobierno de unos pocos. La selección de los mandatarios puede deberse a méritos sociales, nivel cultural o académico, posesión de tierras o cualquier otra característica.

Meritocracia: esta expresión alude a sociedades en las que el poder y el ascenso social se consigue a través de la inteligencia, la formación y las capacidades individuales. Puede verse tanto en sociedades democráticas como en Oligarquías o Dictaduras de diverso color político, si se añade a la capacidad individual la posesión de un carnet del partido.

Autarquía: sociedades que, por deseo o necesidad, han de autoabastecerse sin poder beneficiarse del comercio con otras sociedades o países

Plutocracia: el poder se relaciona con el dinero. Justificándose como que los ricos son los que crean riqueza para el pueblo, son ellos los que legislan en favor del dinamismo de la economía y disponen de ciertos privilegios que los pobres no pueden ni soñar, desde licencias legales a exenciones fiscales.

República: estado en el que los ciudadanos eligen a sus dirigentes. En “El ala oeste de la Casa Blanca” se explica muy bien la diferencia con respecto a la Democracia. Así, se dice que EEUU no es una democracia, es una República; los ciudadanos no toman las decisiones de gobierno, eligen a las personas que las toman por ellos.

Gobierno de Transición/ Regencia: los dirigentes no tienen más función que gobernar durante un breve periodo de tiempo (o no tan breve), mientras el nuevo gobernante, por motivos de edad, incapacitación, inhabilitación o por no estar presente, aún no está dispuesto para su función. Sería adecuado, si la Transición se prevé breve, que sus funciones sean más ejecutivas que legislativas y que no se haga ningún cambio en las leyes del país, para dejar esa labor al auténtico dirigente. Podemos pensar también en Regencias Anquilosadas, en las que la llegada del nuevo gobernante pertenece más a la leyenda que a una posibilidad real. Ese es el caso de los Senescales Regentes de Gondor, o de alguna forma idealizada del Sebastianismo Portugués. En España hemos tenido varias regencias, como la de María Cristina hasta la mayoría de edad de su hijo, que duró 17 años. El Camarlengo papal es otra forma de gobierno transitorio.

Teocracia: en estos estados, los líderes están vinculados, sometidos, o son los mismos que los del estamento religioso. La legislación sigue lo marcado por las Escrituras y legalidad y moralidad se confunden. En general no se concibe la libertad religiosa y el ateísmo es sancionado o perseguido.

Aristocracia: etimológicamente, el gobierno de los mejores, no pasa de ser una monarquía algo más distribuida, con un poder hereditario al que la mayoría de los ciudadanos no pueden acceder. Al igual que en la Oligarquía, el grupo dirigente puede ser el directamente gobernante o ser los únicos con derecho a voto.

Tecnocracias: en esta forma de gobierno, no confundir con esta Tecnocracia, el poder está en manos de los técnicos, de los capacitados y preparados y no se considera a nadie más que a ellos con la habilidad para gestionar los recursos del estado. Un gobierno de técnicos y licenciados que deja poco poder en manos de los ciudadanos, que han de agradecer tener mentes tan preparadas dirigiendo sus destinos.

Gobierno de los artistas: se considera aquí a los artistas como los sublimes creativos, y a la comprensión de la sociedad y la política como una forma de arte que ellos son los más adecuados para entender y gestionar. De entrada impracticable, la importancia que, previsiblemente, los artistas darían a la formación y a la cultura puede hacer que, en determinadas circunstancias, esta sea una forma de gobierno que deberíamos llegar a considerar.

Gobierno de los filósofos: filósofos y pensadores como líderes del pueblo. Aunque podemos estar hablando de las más elevadas mentes del país, los pensadores pueden centrarse en niveles demasiado abstractos como para que su gobierno sea efectivo.

Gerontocracia: a los ancianos se les hace una atribución de sabiduría que ronda la veneración. Por todo lo vivido y lo que han aprendido de generaciones pasadas, a los ancianos es a los únicos a los que se les supone una capacidad de elegir, valga la expresión, con madurez. Sólo en la última etapa de su vida es cuando los hombres de estas sociedades alcanzan el derecho al voto y la disponibilidad para cargos públicos. En cierto sentido, el Vaticano funciona de esta manera.

Legislación astral: forma de gobierno evidentemente ficticia en la que una sociedad, con fuertes creencias en las leyes astrológicas, atribuyen a su deidad el haber escrito, en el lenguaje de los astros, no sólo el porvenir, sino las leyes y la forma de proceder a la hora de dirigir a los hombres. Tal gobierno estaría regido por los Astrólogos, a decidir si considerarlos más hombres sabios y de ciencia, o más supersticiosos y beatos. No debemos pensar en un gobierno que se deje llevar por una Legislación Astral como necesariamente corrupto. La Astrología sería así una ciencia reservada a los más preparados, pero no exclusiva ni secreta y, cuando los hombres consideran su porvenir y su Constitución escrita en la Cúpula Celeste, no tolerarán ni el más mínimo giro ni tergiversación del plan divino de los astros.

Machismo/feminismo de la diferencia: el poder de la mitad de la población de estas sociedades está limitado, pues sólo se atribuye a un sexo la capacidad, prudencia o habilidad para regir y alcanzar ciertos derechos. Podemos encontrar un espectro muy amplio, desde los más inflexibles (el gobierno talibán) a los más laxos (quizá nuestra sociedad). También podemos imaginar como ese Machismo/feminismo de la diferencia sea justificado, porque en una especie determinada un sexo sea más inteligente que otro. Esto entraría dentro de lo posible en una sociedad que no eduque a uno de sus sexos, en los que la selección natural haga menos interesantes a las potenciales parejas más inteligentes, o en una especie con diferencias fisiológicas muy importantes, como las hembras fértiles y los machos o las hembras estériles de una colmena. No debemos apartar la posibilidad de que, en algunas razas, haya un número desequilibrado de machos y hembras.

Monarquía itinerante: a medio camino entre una monarquía y una aristocracia, una Monarquía Itinerante es aquella en la que la familia gobernante no siempre es la misma y que, debido a determinados ciclos negociados y consensuados, cada cierto tiempo la Familia Real cambie. Es prudente que el cambio de familia gobernante se base en periodos de tiempo cerrados e innegociables, no en “un Rey nuevo, una Familia nueva”, pues así se evitan enfrentamientos y asesinatos.
Podemos pensar en un sistema similar en eñ que haya Nobles Electores que eligen a su Rey a la muerte del anterior.

Gobierno por Lotería: un número más o menos amplio de gobernantes que es elegido a través del azar entre todos los adultos capaces de una sociedad.

Demagogia: forma distorsionada de democracia, en la que los candidatos consiguen votos mediante el halago, la manipulación o la distorsión de la realidad. También pueden atender especialmente a grupos sociales que acaparen gran cantidad de votos, desatendiendo a otros ciudadanos porque su peso específico en una elecciones es menor.

Minoría elegida estadísticamente: acudiendo a las leyes de la probabilidad y la estadística, se elige (normalmente mediante el azar) a miembros representativos de los diferentes grupos sociales y se les otorga el gobierno, o la exclusividad del voto en todas las decisiones de la sociedad. No es tan descabellado si nos damos cuenta en que las encuestas sobre la decisión de voto muestran una gran precisión en las elecciones y reflejan los deseos de la sociedad preguntándose a grupos reducidos, unas pocas decenas en países de varios millones de habitantes. En estos estados se aligera la implicación de los ciudadanos en la toma de decisiones, pues con sencillas consultas al grupo dirigente se puede medir el pulso de todo un país.

Sistema de Castas: la sociedad está claramente escalonada y cada grupo tiene una posición de poder determinada, junto con unas obligaciones, y unos derechos y privilegios diferentes. No es posible escalar socialmente en estas sociedades, muy ancladas en la Tradición. Las Castas además están diferenciadas racialmente, con lo que es imposible pasar desapercibidos ni fingir una posición que no te corresponde. Con todo, las castas inferiores pueden ser extremadamente estoicas y dóciles y mantenerse esta situación a lo largo de incontables generaciones.

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Comentarios
  1. selrak

    Muy buen post, currado y útil, gràcias. Aprovecho para comentarte que el link de SacoDeDados.com que tienes abajo no funciona bien.
    Hasta otra!

  2. Como siempre lo mejor tu fina ironía.

  3. Goblin Voyeur Goblin Voyeur

    Muchas gracias a ambos por vuestras opiniones, espero que haya sido algo útil o, al menos, entretenido de leer. No he encontrado el enlace que falla, espero que no sea muy grave :(

  4. Helio

    Me gusto tu analisis , pero yo iba buscando la sociocracia y no la encontre

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