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Hellas: worlds of sun and stone

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Hellas: worlds of sun and stone es una nueva apuesta de la editorial inglesa Cublicle 7 por la ciencia ficción. El enfoque del juego de rol Hellas es a la Grecia Clásica lo que Fading Suns fue a la Edad Media europea. Así, en esta ambientación encontramos a atenienses y espartanos, a cíclopes y a górgonas surcando los canales del espacio y adorando a Zeus y a Poseidón mientras exploran la galaxia. Las referencias no son sutiles, y Hellas no tiene tanto del estilo de Galáctica como del de Ulises 31. El trasvase es total: las ciudades, la religión, la cultura, incluso la ropa y el armamento se presentan tal cuál nos la presentan los libros de Historia.
El universo de Hellas no desciende del nuestro, ni es una ucronía en la que la cultura Helena fuera la preponderante por los siglos: sus mundos no son el nuestro y su historia y evolución son propias. El resultado es atractivo, si bien la originalidad termina necesariamente en la mezcla de géneros.
La galaxia de Hellas: worlds of sun and stone es un lugar de leyenda en el que los humanos conviven con diferentes seres y criaturas, incluso con alienígenas que han abrazado la cultura helena. Los planetas de esta galaxia funcionan como ciudades estado, en ocasiones enfrentándose a otros, en ocasiones aliándose contra males mayores. Se respetan diferentes gobiernos, al estilo de lo que fue la realidad griega, y el Olimpo de Dioses es amplio, siendo cada Dios el más alabado en lugares concretos. La devoción se centraliza en gigantescas lunas-templo, entregadas a la fe de dioses específicos y que fueron alzadas nadie sabe muy bien por quién ni si tienen más propósito que el del fervor y el recogimiento.
La realidad de los Dioses del panteón de Hellas no es puesta en duda. Cada ciudadano de la galaxia los reconoce y acepta su existencia, incluso aquellos que no los veneran. La creación del personaje incluye la elección del Dios al que se toma como referente y patrón, y cada uno de ellos otorga a sus fieles privilegiados unos dones especiales. Los dioses permanecen atentos a los hechos de sus devotos más heroicos, y en ocasiones les apoyan, de la forma extraña, indirecta e incomprensible que la tradición nos ha enseñado.
La evolución de los héroes del juego de rol de Hellas: worlds of sun and stone es trágica. El Destino, diseñado para ellos por las Parcas, está escrito y es tan inevitable como dramático. La propia creación del personaje incluye una tirada en una tabla en la que se decide el destino de nuestro personaje. El ser asesinado por un ser querido, el ser traidor a sus ideales o el morir solo y abandonado son algunas de las posibilidades que esperan a estos héroes. Se respeta así (para bien o para mal) la tradición narrativa propia de la Grecia Clásica, con un sino ineludible que espera incluso a los más puros y valientes.

Viajes estelares en Hellas: worlds of sun and stone
El viaje por las estrellas es posible en Hellas a través de la Panthalassa, una forma de hiperespacio nebuloso por el que las naves literalmente navegan desplegando sus velas. Recogidos por las historias de marineros, una raza nativa de delfines surca la Panthalassa, acercándose a las naves y ayudando a helenos en apuros.
La Panthalassa tiene diferentes niveles. Los superiores permiten un viaje lento, pero son seguros y calmados. Los inferiores ofrecen altas velocidades, pero son arriesgados, tormentosos y están habitados por seres peligrosos que conviene evitar. Encontramos en la Panthalassa de Hellas una atmósfera respirable, e incluso asteroides varados a modo de islas, con sus plantas y extraña fauna autóctona.

Las Criaturas de Hellas: worlds of sun and stone
Las propias criaturas de la mitología griega tienen su aparición en Hellas, remozadas y adaptadas a una realidad alienígena. Los titanes, por ejemplo, son fenómenos astrofísicos parcialmente conscientes y que se guían por los instintos más básicos como el hambre y, porqué no decirlo, el odio.
Las razas integradas en la cultura de Hellas, y que están a disposición de los jugadores para crear sus personajes, son curiosas y variadas:
Amazorans: trasunto de las amazonas, pertenecen a una raza de mujeres guerreras en cuya cultura los hombres ocupan una posición secundaria y son ciudadanos de segunda. Su cultura fomenta el belicismo y sólo se es ciudadana de pleno derecho si se sirve en el ejército. Las Amazorans son mujeres altas, de más de dos metros, atléticas y de piel azul.

Goregonas: criaturas primitivas, las goregonas son seres con el torso de hombre y el cuerpo de serpiente. Miden unos cuatro metros de largo y su aspecto es fiero. Esta raza no tiene más forma de gobierno que la tribal y la estructura familiar es amplia y respetada.
Helenos: los helenos son los seres humanos de la galaxia de Hellas. Son más altos que los hombres que conoces, siendo la media de dos metros de altura. Dada la extensión del territorio heleno no podemos hablar de una política, o incluso una cultura, uniforme.
Ciklopes: miembros de una raza serena y meditativa, los cíklopes son “helenoides” de dos metros y medio de altura y formas elegantes. De tradición milenaria, los cíklopes han adoptado las maneras helenas. Dentro de su apariencia destaca que tienen tres ojos; la pareja normal, que normalmente tapan, y un tercer ojo, que orbita entorno a ellos encerrado en una indestructible caja de cristal. Este ojo otorga unas capacidades perceptivas y extrasensoriales formidables. La visión normal de su otro par de ojos limitaría la percepción del tercero, por lo que los cíklopes prescinden de su uso. Si llegasen a perder la visión de su tercer ojo, los cíklopes preferirían quedar ciegos, o incluso cometer suicidio, antes que acudir al sucio uso de los ojos que les restarían. Para dar un puntito picante al grupo, los cíklopes visten poca o ninguna ropa.

Mirmidones: quizá la raza más peculiar y característica del juego de rol Hellas. La historia cuenta que, en la Grecia clásica, Zeus repobló una zona arrasada por las plagas convirtiendo a las hormigas de un roble en seres humanos, y que así nació el pueblo de los mirmidones. En Hellas nos dejamos de simbolismos, y los mirmidones pasan a ser individuos formados por colonias de insectos. Cada uno de ellos está formado por millones de insectos que se amalgaman en una tosca figura humanoide, regidos por una Reina escondida entre capas y capas de bichos quitinosos. Asqueroso. Los mirmidones surgieron de una evolución tardía en colonias de insectos en un planeta arrasado por guerras nucleares que aceleraron su avolución. Más que respetar veneran a los Helenos, de los que han tomado su cultura y su forma de vida.
Nephelai: alienígenas alados, respetados como sabios y oráculos, serenos y pacíficos. Son traslúcidos, como si las leyes físicas no fueran con ellos, y de elevada estatura, como todo el mundo en este universo. No está clara la forma en la que se reproducen los Nephelai y todos aparentan la misma edad, sin verse niños ni ancianos entre su población. Unos sosos, prefiero a los mirmidones.

Nymphas: raza de antiguos esclavos sometidos por los Atlanteanos provienen de un planeta cubierto de junglas y vegetación. Tienen un vínculo especial con la naturaleza y dominan los elementos de una forma casi mágina. Los Nymphas se dividen en dos razas, según controlen el aire y el fuego o el agua y la tierra. Su apariencia es andrógina y se especifica en las reglas que es imposible saber si un determinado Nympha es chico o chica sin verle, ejem, los genitales. Queda también claro, y eso me tranquiliza, que entre ellos se distinguen. Ya sabéis, el sexto sentido Nympha.
Zyntar: unos recién llegados a la galaxia, los zyntar son unas criaturas anfibias, en aspecto son una especie de pulpos con una cara grande de la que surgen tentáculos. Para relacionarse en un entorno seco, los Zyntar construyen y pilotan ingenios similares a cuerpos humanos mecanizados, de diferentes tipos y alcance. Si les veis, y no os exagero, son idénticos a ese malo de las tortugas Ninja que era un cerebro que pilotaba un robot.


Tramas y villanos
Toda historia tiene su cabida en Hellas, que se preocupa no tanto del contenido como del enfoque. Se respeta en este juego de rol la narrativa clásica, su tendencia a la tragedia y a sus destinos desesperanzadoramente inevitables. Con todo, los “villanos” oficiales son los Atlanteanos, escisión de los Helenos, despreciados y desterrados hace tiempo, y que regresan a Hellas con el propósito de conquistar, imponer o destruir. Su aspecto es similar al de los juuzhan vong de las últimas etapas de Star Wars. Cuando el mundo natal de los helenos fue destruido, una de las naves coloniales, la Atlántida, como no encontró un sitio peor se asentó en un planeta nuboso que no orbitaba a ningún sol, y allí se asentaron, adorando al dios número trece, Hadón, el Dios de la Muerte. Sus habitantes profundizaron en la investigación de la muerte como vía para conocer los secretos de la vida, desarrollaron amorales caminos en la genética y buscaron, a través de la inmortalidad, recuperar un camino hacia la deificación de los heleno, una posición que, aseguran, les corresponde por derecho. Sus insolentes ideas llevaron a una guerra civil, en la que los Atlanteanos fueron derrotados y expulsados. Pero han regresado.

Sus primeras incursiones en la galaxia de Hellas ya han comenzado, incluyendo su acción más despreciable: en uno de sus ataques, los atlantes han desafiado toda moralidad destruyendo literalmente el mundo de Esparta. Los escasos supervivientes, sobre todo contingentes militares, se enfrentan ahora, entre el odio y la desesperación, a la extinción de su cultura. Antes de desaparecer para siempre, el propósito de todo espartano es la aniquilación de los atlanteanos.
Los Atlanteanos tienen a su servicio a multitud de secuaces, muchos de ellos representando a criaturas mitológicas como las Lamias, las Arpías y los Minotauros
También encontramos en Hellas como villanos destacados a las Máquinas, una forma de autómatas con consciencia propia que se alzaron contra sus creadores y protagonizaron la versión clásica de la guerra contra la tecnología.
Encontraréis también en Hellas: worlds of sun and stone a los Scyllan, unos entes de energía que adquieren la forma de salamandras, pero que por la imagen parecen lagartijas. Sentíos libres de desarrollarlos como queráis, pues de ellos sólo tenemos un párrafo de trasfondo.

El sistema de Hellas: world of suns and stone
La creación de los héroes incluye multitud de tiradas con las que se decide aleatoriamente el trasfondo del personaje. Se decide así los hechos anteriores de nuestro personaje, las características de su familia, el planeta de nacimiento, la vida amorosa, etc,… Todos nuestros traumas y la forma en la que vamos a morir quedan decidimos en las primeras tiradas. Qué bien. La adquisición de profesiones (bastante numerosas), habilidades, características, etc,… sí es bastante amplia y no da la impresión determine demasiado al personaje. Bueno, aparte de la forma en la que vas a morir.
El sistema de juego se basa en una tabla universal que viene a ser una tabla de dificultad de toda la vida. Se arroja un D20, se suman característica y habilidad y se compara con esta tirada, esa es la base. Como otra concesión a la narración clásica, el heroísmo se marca con puntos, que determinan el progreso y los logros del personaje, así como el vínculo con su Dios, y los favores que puede recibir de Él.

Aspecto gráfico del juego de rol de Hellas: worlds of sun and stone
El diseño del juego es muy atractivo. Se presenta a todo color, en cartoné y con un formato apaisado, muy chulo pero que no encaja en mi estantería. Las ilustraciones no son maravillosas pero sí resultonas, siendo algunas realmente sugerentes. Se me hacen, en todo caso, escasas, sobre todo para reflejar el entorno, las ciudades, el interior de las naves, etc… Cada capítulo comienza con un relato corto y con unas imágenes que reproducen el estilo del arte clásico, al estilo de las que vimos en Aquelarre (si bien menos trabajadas). La imagen de portada, que muestra a un soldado heleno con armamento futurista, es la más interesante de las que encontrarás en el juego.
Los dibujos del equipamiento bueno, son dibujos del equipamiento, no están mal pero tampoco estaría horas mirándolas. Las de naves son las que me resultan peores. Bueno, al menos hay imágenes de las naves, lo que no en todos los juegos de rol de ciencia ficción hay. Pero bueno, como os decía, no son gran cosa. Los diseños son muy básicos, casi elementales, y son imágenes hechas por ordenador, y se nota demasiado. Teniendo en cuenta el enfoque que se defiende en todo el texto, no me parecen muy acorde. Ciertamente, yo esperaría en las naves de Hellas un estilo similar a las naves Naboo del episodio I; futuristas pero con aspecto artesanal. Dos menciones a La guerra de las galaxias en una misma entrada, eso es lo máximo que puedo hacer antes de que me salte el antivirus.
Las limitaciones artísticas pueden ser suplidas, mal que bien, con otras fuentes: personalmente, pienso esquilmar conceptships para las naves y el arte conceptual de God of War para entornos, criaturas y personajes.
Resumiendo, Hellas: worlds of sun and stone es un juego de rol atractivo, respetuoso con la cultura en la que se inspira y ameno de leer, asequible por su precio y diferente.

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