El Judío Errante, de Nosolorol
Una nueva buena noticia, de la mano de la editorial Nosolorol, es la vuelta a sus viejas campañas autojugables, como El Niño Rata o El Maizal. En este caso, se trata de El Judio Errante, una historia de investigación y acción con un enfoque pulp ambientada en la actualidad. La trama ahonda en la leyenda del Judio Errante, un hombre condenado por su arrogancia ante Cristo en su martirio, a caminar por la Tierra hasta el fin de los días. Ya abordamos el tema EN UNA ENTRADA ANTERIOR, que invito a visitar a los que quieran saber más de esta leyenda.
El Judio Errante apuesta por el sistema Hitos, resumido suficientemente en el libro como para poder ser jugado. Con todo, la conversión a otros sistemas es fácil y yo tuve en mente el HEX durante toda la lectura.
La historia de El Judío Errante nos pone en el papel de unos mercenarios contratados por un millonario para una misión aparntemente fácil; pujar por un valioso cuadro, una represenación del Judio Errante. La cosa, claro, se complica, y el grupo acaba en un viaje por todo el mundo tras esa leyenda. A partir de aquí, todo es spoiler.
El Judio Errante es una aventura de 64 páginas, con portada e ilustracionesde personajesa color, bien ilustrado y a un muy buen precio, 9,99€. Como es habitual -y de agradecer- en Nosolorol, adquirir la copia fisica te da derecho a una copia digital. Se presenta en cuatro capítulos, cada uno en una ubicación diferente (empieza en EE.UU. y acaba en Europa) y presenta una dinámica similar a una película de Indiana Jones; acción, aventura, leyenda y sus pinceladas de arqueología e historia.
Con todo, y gustándome el formato, el punto de partida y el género, El Judío Errante no ha sido una historia que me haya gustado demasiado. Seguramente vosotros seríais capaces de sacarle más jugo, pero a mi la trama me ha resultado excesivamente simplona y la “investigación” se centra en “ve allí y consigue esto”; la decisión sobre el siguiente paso a tomar lo da siempre nuestro patrón, y menos mal que lo hace, porque yo, con una inteligencia media y la experiencia estandar en juegos de rol, no se me ocurriria buscar pistas donde las tienen que buscar; es de ese tipo de investigaciones en las que las pistas podrían estar allí como podrían no estar. Las escenas de acción me parecen bien planteadas, con alguna pelea innecesaria o anti climax (podemos pasar de una épica persecución con helicopteros y mercenarios ametrallandonos a que nos persiga un perro en una iglesia), pero siempre se pueden reconvertir en escenas cómicas, o simplemente aplicar la tijera. También encotramos tiroteos en los que participa tanta gente y tantas facciones y todo es tan de repente que la situación se convierte en una merienda de negros (es lo que me pareció a mi la última escena); aplíquese en estos casos el sentido común.
También me chirría que una historia como esta se ambiente en la actualidad; aunque en elcine haya algún ejemplo que roce la serie B pero que sea digno, el Pulp me paece más adecuado para ambientarlo en la primera mitad del siglo XX. Ayuda que se haya elegido a los Nazis como villanos… a 2013 que estamos me parece como elegir a los bolcheviques o a los prusianos como enemigos a batir, pero bueno. Ese tipo de cosa son alterables y, si alguna vez llevo El Judío Errante a mi mesa de juego lo traslado a mi Nueva York 1930 y punto pelota.
¡Ah, y lo de encontrarme un Yeti en los Alpes ya hace que me sangren los ojos! Pero no nos enfademos, metemos un oso o una manada de lobos y tirando millas.
Pero bueno, criticas de viejo gruñón aparte el mayor problema que le veo a El Judío Errante es que es una aventuramuy dirigida. Yo soy un narrador muy pasillista, y por necesidades obvias, las partidas publicadas tienden a serlo, pero con otras vistas en Nosolorol no da tanto la impresión de que te están llevando de la manita como en esta. Es muy fuerte esa sensación leyéndola, pero temo que jugándola es igual. La iniciativa de los jugadores se limita a las escenas de acción (o no porque hay peleas en las que se nos dice que hay que combatir, y otras en las que se nos dice que hay que huir), siempre se nos va a decir cómo hacer las cosas y se va a esperar que los personajeshagan cosas que tampoco hay mucho motivo para hacer (si habéis leído la historia, pienso en un momento en el que se supone que bajarán de cierto vehículo en un entorno climáticamente hostil, y si no lo hacen, la trama se estanca).
En efecto, se pueden sacar buenas ideas de E Judío Errante, se puede quitar de aqui y poner de allí, se puede dar pistas diferentes, reorientar las escenas de acción… y no meter asesinos de la Gestapo en 2013. Pero bueno, El Judio Errante es un producto trabajado, bastante asequible y que nos introduce en otro tipo de aventuaras diferentes a las que el panorama comercial actual nos tiene acostumbrados.
A lo mejor es que, simplemente, a uno le llega un momento en que se hace demasiado mayor y demasiado arisco, en el que prefiere jugar sus propias historias.
Gracias por la reseña, me has ahorrado una compra.
Saludos!!