Motivaciones para Villanos
La construcción de buenos personajes (ya sean aliados o malvados) en el rol exige, para mi como factor principal, elegir la motivación que impulsa al personaje a hacer lo que hace. Podemos, a partir de eso, decidir si es altruista o egoísta, loco o desesperado o si nos inspira terror o lástima. Si en los juegosde rol los jugadores son los que, normalmente, deciden las motivaciones del personaje que interpretan, a la hora de componer a los malvados, el Narrador ha de vigilar una elección verosímil, y acorde con la historia, de lo que le impulsa a actuar.
Algunas de las motivaciones que podemos elegir para nuestros persoanjes son las siguientes:
Amor: el amor es un sentimiento puro que puede tornarse peligroso cuando el amante se siente ultrajado o despechado. El amor, que a todo impulsa, también se convierte en nuestro principal punto débil.
Avaricia: el simple deseo de enriquecerse es un impulso muy básico en nuestra civilización. Serán además los más ricos y poderosos los que más interés tengan en aumentar sus arcas.
Compromiso; por lealtad, obligación o favores debidos, el personaje lleva a cabo hechos que puede que incluso se opongan a su moralidad o ética. El sentido del
deber es muy alto en estas personas y sólo dejarán de comportarse como su obligación les impele cuando sientan que su compromiso ya ha sido cumplido o si llegan a comprender que el acuerdo o vínculo que les ata ha sido fruto del engaño o la manipulación.
Conservadurismo: el Status Quo no debe cambiar, las tradiciones no deben alterarse. El progreso es sinónimo de peligro y de perversión y se tomarán las medidas necesarias -cualesquiera que sean- para lograr que todo siga siendo como hasta ahora.
El Obispo Manuel Aringarosa, el villano de El Código Da Vinci, es capaz de saltarse los preceptos de su religión para que nada en su Iglesia cambie.
Curiosidad: el afán honesto del explorador puede ser peligroso, si se busca saber aquello que es demasiado peligroso o está vetado. Los curiosos son imprudentes, y su falta de control puede tener serias consecuencias para todos.
Pandora, al abrir su famosa caja, fue la primera Curiosa de la historia escrita.
Falta de control de impulsos: el personaje en cuestión puede tener una serie de necesidades irresistibles de realizar ciertos actos, incluso cuando son
perjudiciales para sí mismo o para los demás. Esos impulsos, al aflorar, pueden ser descontrolados, o canalizados, y pueden ir desde el ansia homicida al deseo de la automutilación. Dexter ha encontrado una salida práctica para la sociedad a sus impulsos.
Fama: aquí nos encontramos con la motivación del que quiere alcanzar notoriedad para su propia persona, o para el mensaje que transmite. Veremos desde inofensivos egocéntricos hasta peligrosos asesinos en masa que cuelgan sus vídeos en Internet antes de iniciar una carnicería suicida.
Fe: La religión impone unas normas, honestas y bienintencionadas la mayoría de las veces. Pero puede que amorales, excluyentes y cruelmente interiorizadas en otras. Los extremistas religiosos desatienden a todo argumento que no se base en su fe. Son particularmente peligrosos pues están convencidos de que su causa es justa, marcada por Dios, y no temen a la muerte.
Las Cruzadas o el Terrorismo islámico son ejemplos de lo que un exceso de fe puede provocar.
Gloria: similar a la Fama, los que buscan la Gloria quieren que su nombre retumbe por los siglos, y se conozcan sus proezas y victorias. Estos personajes no tolerarán que sus éxitos pasen desapercibidos o sean acallados.
Honor: un código de comportamiento aceptado por la cultura del personaje, por su grupo de pertenencia o propia y exclusiva. Puede que el honor sea
contraproducente, pero esta persona no puede -ni quiere- evitar comportarse según esas normas. Cuando el honor es ensuciado, quizá sólo pueda lavarse con sangre.
Huida: nos enfrentamos a alguien que, por miedo o necesidad de escapar, es capaz de poner en peligro a terceras personas, o simplemente ignorar las consecuencias de sus actos. Una alianza o ayuda para encontrar una forma alternativa de fuga.
Justicia: las malas acciones y deslealtades han de ser castigadas con severidad. No se puede dejar que un culpable salga impune, incluso aunque ese
castigo tenga serias consecuencias para la sociedad, sea desmedido o el crimen haya prescrito.
Punisher es un personaje conocido por buscar el castigo a cualquier precio.
Misterio: motivación enfrentada a la de sabiduría o curiosidad, dice que hay verdades que no han de ser desveladas y no se han de investigar. Alguien guiado por este impulso no permitirá que ciertos lugares sean “profanados” ni ciertos hechos se pongan a la vista del microscopio.
Motivación de Logro: no hay mayor rival ni juez más duro que nosotros mismos. Los que se guían por la motivación de logro no pretenden alcanzar premios
Motivado por motivar: Las personas dentro de esta motivación no quieren conseguir por ellos mismos más que ser atendidos por las masas silenciosas, servir de
ejemplo y hacer que otros actúen como ellos. Motivado por motivar, por transmitir un mensaje, por hacer que otros se levanten y actúen por ellos mismos. Visionarios e iluminados, mártires que esperan que sus actos sean la chispa que enciendan una revolución social o moral. John Doe, el asesino de Seven, es un ejemplo clarificador.
Nihilismo: entendiéndolo como un rechazo a la sacralidad de la vida y de lo valores sociales, a la defensa de la amoralidad y al cinismo. El villano nihilista destruirá
sin ningún propósito, causará el dolor y el sufrimiento sin causa aparente que le motive. Su falta de objetivos claros les hace particularmente peligrosos y difíciles de atrapar.
Debemos considerar al Joker de Christopher Nolan dentro de esta categoría. “Porque hay personas que sólo quieren ver arder el mundo“.
Poder: el deseo de conseguir un gran poder e influencia, destacar y manejar a nuestros semejantes, incluso con la honesta sensación de verse más capaz que el resto.
Los que ambicionan el poder responden desmedidamente ante los que les superan el poder o amenazan el suyo. También podemos incluir aquí a los que buscan el ascenso en su estamento. El Doctor Doom es uno de estos tipos.
Protección: una persona o colectivo está bajo la protección del personaje, y su principal deseo es evitarles cualquier mal (ya sea abiertamente o en la sombra). Una persona tranquila o dócil puede convertirse en el más duro enemigo si se pone en peligro a los que quiere.
Sabiduría: el conocimiento por el conocimiento, a cualquier precio y por cualquier esfuerzo que se requiera. Los valores éticos son dejados a un lado si suponen un escollo o rémora para alcanzar la sabiduría.
Supervivencia: la vida del personaje o de su grupo de pertenencia está en peligro, y él está dispuesto a cualquier cosa, incluyendo cualquier desmán, para
sobrevivir. Personas perseguidas o pueblos o minorías acosadas se convierten en peligrosas, por el simple deseo de poder sobrevivir. Podemos ubicar a Magneto en esta categoría.
Venganza: ante una ofensa real o imaginaria tendemos a responder con el muy humano impulso de la venganza. Buscaremos devolver el daño que se nos ha causado, intentando que el castigado sepa de dónde viene ese dolor. La Venganza es una motivación que no conoce piedad.
Verdad: se pretende que la verdad salga a la luz, sea cual sea esta, y sea cual sea el precio que se tenga que pagar. Quizá se desatienda a la seguridad de otros
para desvelar el secreto, o no se considere los efectos negativos que ciertas verdades causarán si son reveladas.
Entre la iluminación y la locura, Rorschach, de Watchmen, se guía por estos principios.