Zombicide, un paseo escéptico

Zombicide ha sido uno de los últimos y más sonados lanzamientos que Edge Etertainment ha soltado al mercado. Se trata de un juego colaborativo, diseñado para de 1 a 6 jugadores, presentado en un formato cómodo (el más cómodo que he visto hasta el momento para guardar las miniaturas, sobre todo si uno tiene la intención de pintarlas), con una caja grande y manejable, multitud de figuras (71) y con multitud de materiales troquelados, entre los que destaca el mapa modulable, que permite una gran variedad de configuraciones y partidas diferentes. Buscando ser esquemático a la hora de describir la mecánica (quiero que esto sea más una crítica que un análisis), los jugadores manejan a supervivientes que avanzan por una ciudad infestada de zombis con alguna misión que cumplir; alcanzar una salida, conseguir una serie de objetos, etc,… Las acciones a su disposición son Avanzar, Combatir, Disparar, Hacer ruido para atraer a los muertos o Abrir puertas; tres acciones a repartir y gestionar. En el turno de los zombis, éstos avanzan por la ciudad en dirección hacia los personajes. La “inteligencia artificial” del juego gestiona los movimientos, y los zombis avanzan hacia los personajes visibles o a los que hagan más ruido. Además, cada turno, más y más zombis van entrando por ciertas casillas especiales, para lo que se roba una carta de zombis, que indica el número de zombis y el tipo (pueden ser zombis gordos, veloces, aberraciones o los zombis tambaleantes típicos). Conforme los personajes vayan acabando con zombis, van subiendo de nivel y consiguiendo nuevas habilidades o acciones adicionales, pero también aumenta el peligro, y los zombis aparecen en mayor número El juego tiene un acabado visual impresionante, y unas figuras preciosas y numerosas. Zombicide viene avalado por numerosas críticas positivas y por una exitosa campaña de crowdfunding. Por desgracia, mi opinión sobre el juego es menos optimista. Ante todo, quiero que tengamos en mente el precio del juego: 80 €uros, un precio habitual en los juegos con materiales de calidad como lo que presenta este juego, pero suelen ser juegos que además se acompañan de un sistema más complejo. A nadie, por ejemplo, se le ocurriría necesario un formato de 80 euros para un juego de mecánica sencilla como el Carcassone por ejemplo. Y la mecánica del Zombicide es muy sencilla, casi elemental, y depende más de que el escenario esté compensado (que no suele estarlo) que de las propias posibilidades del juego. Podríamos disfrutar de este juego con un tablero pequeño (las ilustraciones de las losetas son meramente decorativas, y se pueden disfrutar tanto en casillas 10×10 que en 30×30), y las figuras, si bien son un gusto para la vista, pueden sustituirse por las de Zombies!!! con el consiguiente desahogo para nuestro bolsillo. Mis impresiones en el juego son que las estrategias en este juego son muy limitadas, y se circunscriben a hacer ruido para atraer a los muertos vivientes a determinado sitio y a discutir sobre si dividir al grupo o no (yo era favorable a que sí, las personas con las que he jugado opinaban que no). Lo más enojoso de Zombicide viene, en mi opinión, del elemento que suele incluir más variabilidad en los juegos, que son las barajas de cartas. Una, la de la aparición de zombis, me parece bien. Interesante forma de añadir riesgo a la partida, sin que sepas si el nuevo turno te va a ser más o menos favorables, y que además ofrece el riesgo de que los zombis presenten tengan un turno adicional, lo que me ha llevado a ser devorado en más de una ocasión de forma más humillante que heroica. También se dan situaciones en las que los zombis aparecen en un lugar inesperado (en medio de la calle a través de las alcantarillas), ampliando el abanico de riesgo. El mazo de búsqueda es el que recibe todas mis críticas. Nuestros personajes pueden buscar en los edificios que van explorando, para lo que roban en el mazo de búsqueda. La limitación principal es no poder buscar dos veces en la misma localización en el mismo turno. Al analizar el mazo de búsqueda, encontramos que el 90% de las cartas son armas. El porcentaje no es exacto, pero sí bastante cercano. Encontramos armas de diferentes tipos pero tampoco ofrecen una gran variedad de efectos y llega un momento, tampoco tan avanzado en la partida, en la que buscas por buscar. ¿Otros elementos que podemos encontrar? Componentes para hacer armas complejas (principalmente el coctail molotov), agua (que no sirve para nada), comida enlatada (que no sirve para nada), sacos de arroz (que no sirven para nada), una linterna (que sirve ¡yuju!, para robar más cartas cuando buscamos), alguna armadura (una carta, en concreto) o la posibilidad de que nos ataque un zombi (como los monstruos errantes de Hero Quest). Echaba en falta (y mucho) al jugar la variedad de cartas que te ofrece no sólo el Zombies!!! sino el Last Night on Earth o el City of Horror, por ejemplo. Por no hablar de la ridiculez (¡¡vale, ya sé que es un juego!!) de encontrarte ocho recortadas y una palanca en un cuarto de baño. Incluso aunque no tengamos que pensar en cartas de acción o evento y nos limitemos al equipo, deberíamos esperar armas o herramientas improvisadas que ofrezcan efectos más diversos que el simple hecho de tirar más o menos dados en combate; se me ocurren maderas para atrancar las puertas, patines para mejorar nuestro movimiento, petardos para desviar la atención de los zombis a otras zonas, aceite para hacerles resbalar, bombas de tiempo, botiquines que nos curen,… Seguro que a ti se te ocurre más equipo y más original. A los diseñadores, no. En serio, ¿no os pareció frustrante esto? ¡¡Hemos pagado 80€ por este juego, por Dios!! En el lado positivo, ciertas reglas que al leerlas me parecieron extrañas y descompensadas, como el que suframos una herida automática si acabamos el turno en la misma casilla de un zombi o que al disparar a una zona con un personaje SIEMPRE le damos a él primero, aunque haya 80 zombies en la misma casilla, quedan luego bien en el juego y añaden dramatismo -que no realismo. Además, el que sea un juego colaborativo elimina malrollismo y permite una negociación saludable de las reglas- siempre es un gusto que se consensúen las trampas que se hacen. Existe la posibilidad de jugar una persona sola a este juego, pero me parece lo más triste del mundo, y para eso me pongo el Dead Rising 2. Sigo sin entender, y nos pareció muy desequilibrante, las reglas sobre los coches, que nos convertían en prácticamente invencibles en las partidas; después de que mis amigos y yo repasásemos las reglas y consultásemos FAQs, seguimos sin verles mucho sentido. Se presentan en la caja de Zombicide 10 misiones listas para jugar, en general muy descompensadas -si bien entretenidas. Son muy elementales, básicamente ir de aquí a allí. Echo de menos, considerando el tipo de juego (¿os he dicho que cuesta 80€?) misiones más complejas y curradas, como las de Mansions of Madness, y no he curioseado las misiones gratuitas que la editorial o los aficionados han colgado, pero me temo lo peor. En resumen, un juego que, sin ser malo, es en presentación y en precio excesivo. Encontraréis una mayor jugabilidad en el Zombies!!! y más compensación en el Last Night on Earth, más diversión en ambos y ambos por un precio mucho más ajustado. Todas las debilidades de Zombicide podrían mejorarse, preparando misiones bien balanceadas y creando tu propia baraja de cartas de búsqueda, pero, honestamente, cuando me gasto tal cantidad de dinero en un juego me espero algo más que unas figuras bonitas. Zombicide es un juego entretenido, pero muy mejorable y definitivamente no vale lo que cuesta.