Evo, el juego de mesa

Hace poco descubrí que, felizmente, se ha publicado una versión en español del juego EVO. Este juego ya conoció una primera edición hace unos años y, por su sencillez y jugabilidad (amén de porque las partidas no son demasiado largas, lo que yo

personalmente agradezco) se convierte en una recomendación para todo sibarita de los juegos de mesa.
En EVO, publicado en España por Asmodée Ibérica, manejamos a una raza de dinosaurios a lo largo de los milenios que dura su evolución, en un intento por ser la raza más evolucionada que sobreviva cuando un meteorito impacte contra la Tierra y acabe con la mayor parte de la fauna. Ganará el jugador que más puntos de victoria tenga, que se ganan teniendo a razón de uno por cada dinosaurio en la mesa al final de cada turno. Esos puntos, no obstante, sirven también como dinero con el que pujar por ventajas evolutivas que mejorarán la posibilidad de supervivencia de nuestros dinosaurios, así que han de ser prudentemente gestionados. Cada turno, de forma azarosa, pero en parte previsible, el clima cambia, con lo que debemos tener a nuestros dinosaurios en los territorios más benignos según el tiempo sea más caluroso o gélido. Las ventajas evolutivas permitirán que mayor número de dinosaurios de nuestra especie se adapten a un clima más riguroso, para que podamos desplazar a más de nuestros animales, para tener una especie más fértil, más agresiva o para más cosas, variedad que permite que las apuestas de los jugadores lleven a estrategias muy diferentes. El sistema de EVO demuestra ser muy compensado, sencillo y ofrece una gran rejugabilidad. Se pueden hacer partidas de 2 a 5 jugadores, y según el número de jugadores el tablero es diferente. No se trata de un tablero modulable, sino que se dan dos tableros con cada uno de los lados jugable para un número de jugadores determinado, lo que dice mucho de la atención puesta en la jugabilidad y compensación del juego. Como lado negativo, algunas partes de las reglas no están bien explicadas, sobre todo en lo relacionado con la adaptación al clima, lo que viene a ser una de las partes más importantes del juego.
El sistema varía poco con respecto a la primera versión, aunque estéticamente es muy diferente. Por lo que he visto y hablado, los que hemos jugado a ambas versiones lamentamos el cambio de estética. La versión remozada de EVO peca de tomarse demasiado en serio a sí misma. Es un juego sobre dinosaurios que evolucionan, y el tono de las ilustraciones originales era simpático y caricaturesco. En la nueva edición, se apuesta por un toque realista, con dinosaurios casi agresivos. La misma ficha del Dinosaurio, en el original, ofrecía un dibujo básico al que añadíamos detallitos como patitas o huevos a sus pies, lo que lo hacía agradable y divertido. En EVO 2011, tenemos un dinosaurio enorme en todo su esplendor, con un arte impecable, pero desacorde con el espíritu original del juego. Las ilustraciones de las cartas son igualmente diferentes, enfrentándose el enfoque cómico original con un toque “Avataresco”, algo absurdo para un juego que ofrece opciones como el equivalente a vaginas musculosas capaces de lanzar huevos a grandes distancias y bebés mutantes asesinos. Os ofrezco imágenes de ambas versiones para que decidáis vosotros mismos.
En la “ambientación” hay cambios innecesarios, que tampoco añaden nada en absoluto. Aunque en todo momento os he hablado de que manejamos a dinosaurios (como en la primera edición) en realidad manejamos a una tribu en comunión simbiótica con esa raza de dinosaurios. Ya me diréis qué aporta eso.
El juego de EVO actualizado, muy cuidado, es, necesariamente, algo más caro, unos 45€ (bien invertidos, eso sí), y lo encontraréis fácilmente en vuestras tiendas favoritas.