Gallegos, cervezas, gaticos y pechotes
11 de Abril, esa era la fecha objetivo. Una nueva congregación de frikis de la famosa Comunidad Umbría se cierne sobre la ciudad de Santiago de Compostela para celebrar su ya conocida KDD Nacional (la novena). Algunas avanzadillas empezaban a llegar a principios de semana para ir preparando la ciudad para lo que se le venía encima.
Pero, ¿qué es eso de una KDD Nacional Umbríana? En teoría es un encuentro de varios frikis de la citada página para jugar partidas, charlar y conocerse pero en realidad el plan es otro. Cada año visitan una ciudad y plantan en ella sus semillas. Con el tiempo estas semillas germinaran y comenzará la conquista del mundo umbriana. Son frikis, ¿qué esperabais?
DIA 0: Puede ser tu gran noche
El jueves día 10 llegar por la tarde los sujetos protagonistas de nuestra crónica. Sus cuerpos cansados del viaje necesitan reponer líquidos además de que la grasa del churrasco ingerido por el camino (en el famoso y mágico sitio de los churrascos). Después de los habituales saludos a los conocidos más madrugadores que ellos hacen la clásica seña y se forma una cuadrilla que comienza a hacer temblar las provisiones anuales de Estrella Galicia. El capitán de la cuadrilla es un gallego lucense amante de las cuestas, de los bares con pasillo y del grandioso bar hipster donde servían un licor que hacía que la pilila se metiera para adentro. Estaba claro que ese tipo era el capitán porque conocía un lugar, alejado de la civilización, donde ponían un pulpo no apto para paladares inexpertos, una delicia de pulpo. ¡Dioses que pulpo!
Todo para al final acabar en un bar con aspecto de bingo que resultó ser un karaoke donde la cuadrilla umbríana entonaba tonadillas clásicas y modernas, fuera su turno o no. Y es que las huestes umbrianas eran capaces de cantar más fuerte sin el micrófono que el sujeto que tuviera el micro y por añadidura, el turno de canto. Clásicos de Nino Bravo y Raphael rasgaban las gargantas todavía en forma de los cantores umbrianos. La fiesta llega su fin cuando el umbriano imitador de Barney Stinson se encarama en la chepa de la bestia parda de Morata que trataba de cantar “Puede ser tu gran noche” de Raphael. Ahora hay un grabado de umbriano en la padre de aquel karaoke.
Acabado el karaoke el grupo se decide a buscar otro bar comandados por unas lugareñas que habían quedado prendadas de su poderosas voces. Tras un par de resbalones con las babas de ciertos agrupados que caminaban sin criterio tras las nuevas guías, un destacado grupo ve la imagen de la salvación de la noche: ¡un taxi! ¿Espera, has dicho que cogieron un taxi en Santiago? Mmm, sí, estaban hasta las narices de cuestas y, lo más importante, no tenían ni puta idea de donde estaban. Además, el taxista tenía una llave mágica con la que casi pudo dejarles acostados en sus camas con toda su chispa.
DIA 1: BARES SÍ, CUESTAS NO
Ese era el día, el gran grueso de umbrianos llegaba ese día. La hospedería (que rezumaba aroma a cura en cada rincón) preparaba sus mejores argumentos para retener los avances de los umbrianos. Para entrenar su conquista del mundo algunos hundían submarinos comandados por goblins borrachos mientras esperaban la organización del grupo de búsqueda de alimentos.
Tras la comida el grupo decidió prepararse para la noche y buscar una cama para descansar pero aquel al que llaman guía de todos los umbrianos, el afamado Chemiurgo, anunciaba su entrada en escena. Y al clásico: “bueno, esperamos a que venga, nos tomamos una con él y nos vamos a echar la siesta”… llegó la hora de cenar (sustituyendo la siesta por… ¡otra cerveza!)
Y ahí estaban todos, varias decenas de umbrianos en varias mesas en batería esperando a que pusieran los gorrinos y los corderos para acabar con ellos (perdonemne la exageración pero los umbrianos no quieren revelar qué comieron en realidad por vergüenza).
Acabada la cena el umbríano al que llaman Chemiurgo demostró por qué es el líder y comandó la expedición en busca de nuevos licores por caminos donde no había cuestas. No extraña que sea el líder de todos. Yo le votaría (si en Umbría se pudiera votar). Risas, risas, otra copa, más risas, otra copa más y un neoumbriano con el pelo canoso incapaz de hacerse entender iluminaron una buena noche hasta que a alguno se le ocurrió volver a aquel infecto karaoke. Varios umbrianos expertos decidieron emprender retirada, no por cansancio, si no porque caminar a aquel lugar podría considerarse deporte y eso está muy mal visto entre umbrianos de pro.
El regreso del último grupo fue bastante pintoresco. Un umbriano alto y con el pelo de plástico decidió ofrecerle a una señora francesa hacerse cargo de otro umbriano que no podía abrir los ojos. La mujer debió de olerse lo de la conquista del mundo y cerró la puerta. No creo que fuera por el umbriano: ¡era adorable!
DIA 2: GATICOS EN PECHOTES
Nuevo día. Los umbrianos empezaban a hablar raro (quizá por aquel brebaje que bebieron en el karaoke) y para pasar el tiempo se dedicaban a hundir submarinos, a convertirse en princesas definitivas o a darse de leches con unas espadas y embutidos en trajes para hacerles sudar. Otros, en cambio, se dedicaron a visitar la catedral de Santiago. Cabe reseñar el incidente con el guardia de la catedral. Seguro que alguien le había puesto en preaviso acerca de la futura conquista del mundo de los umbrianos y no les dejó entrar a todos sin pagar un precio. Parece que tendrán que empezar la conquista por ahí.
El día pasa entre hundimientos de submarinos, catedrales, princesas definitivas, cervezas y cenas con gorrinos y corderos.
Tras la cena a los umbrianos se les ocurre echar a arder un licor al que llaman Queimada y tras un conxuro en el que invocan a umbrianos primigenios para iniciar la conquista beben ese licor y recogen unas cartas que había ideado el umbriano conocido por su estrategia e inventiva y comienzan a gestarse frases irrepetibles. El juego consistía en sacar una carta con huecos y rellenar esos huecos con las opciones sugeridas por otras cartas que tienen el resto de jugadores, de la manera más original posible. Bueno, quien dice original dice pechotes, o pito, o “La mujer de Chemo”. Poco a poco se van uniendo más umbrianos a la fiesta y cada vez son más las risas y curiosas combinaciones las que surgen de las cartas. Llega un momento en el que el umbriano estratega actualiza las cartas según el resto de umbrianos juegan y las combinaciones se hacen cada vez más primarias. Cartas que al principio del juego te daban la ronda como “Pito”, “Juego indie de mierda” o “La mujer de Chemo” eran completamente ineficaces pasada media hora de juego. El juego paso por varias fases. Una primera en la que “tetas”, “pechotes” o “pito” eran siempre ganadoras salvo que “La mujer de Chemo” estuviera presente. Una segunda fase en la que “Gatico”, “Gatico muerto” o “Tableros Virtuales” (esto debe ser algo de su jerga que el narrador no acaba de entender) ganaban siempre que “La mujer de Chemo” no estuviera presente. Y, al final, se crearon cartas definitivas como “La puta princesa definitiva”, “Gaticos dentro de pechotes” o “Gaticos en pechotes en piezas de tablero virtual” contra las que nada podía hacer ni “La mujer de Chemo”. Al final todo acabó en una lucha a muerte entre los únicos umbrianos capaces de enfrentarse a ese reto: 10 cartas únicas elegidas entre 30 iban a demostrar qué umbriano era el más… ¿cómo lo llamaron? Bueno, había un umbriano calvo y fuertote que lo explicó pero no me enteré demasiado bien. Al final el gemelo maligno y el umbriano al que todos le preguntaban por unos tableros (nuevamente insisto en no conocer ese concepto) se hicieron con el poder de Umbría Against Humanity y ganaron la habilidad e irse a la cama más contentos.
DIA 3: EL TRABAJO ESTÁ HECHO, PODEMOS IRNOS
Día de despedidas. La mayoría cogían sus medios de transporte preferidos y marchaban de nuevo a sus lugares de origen. Las campanas doblaban para despedir a los umbrianos (una mujer mayor insistía en no se que de unos ramos pero todos sabían que era a ellos a quien se les despedía).
Nuestro grupo cogió su coche, se dirigió a otro sitio mágico de los churrascos y sin más contratiempo llegaron a sus casas pensando en como recuperar su voz original.
No puedo decir nada más…. ¡¡¡Yo no tengo el pelo de plástico!!! y sí intentar colarle a una francesa a un Umbriano me pareció una buena idea para empezar a conquistar el mundo… Sobre todo cuando son las siete de la mañana… Desafortunadamente, aunque dormida, la francesa era mucho más lúcida que yo mismo…
Es posible que yo sea el Umbriano fuertote y calvo, lo que me congratula, ya que soy parte de la gran historia que has contado. O eso o el gemelo malvado, en tal caso, el Umbriano fuertote sería Horus. La verdad es que el juego, segun se fue actualizando, ganó en epicidad extrema.
Lo de las cartas elegidas era para demostrar quien era el umbriano definitivo ( y más ebrio, valga añadir).
Lo de los gatetes por el juego de Gaticos Bastardos, y lo demás, pues porque si, porque nosotros lo valemos, y porque estoy”mu” loco!!!
Un placer señor, un placer, y nos vemos en la siguiente ; )
Que nos quiten lo bailao…
El sábado por desgracia (ejem) tuve que atender otro compromiso etílico de la Liga de Bebedores Extraordinarios pero me acordé de vosotros (ejem) entre birra y birra. Incluso subí las condiciones legales a media tarde pero creo que se las quedó un goblin que pasaba por allí. ¿O las entregamos a cambio de una botella de licor café? No lo recuerdo bien…
Por cierto que la mujer de Chemo os va a poner calentitos como se entere de que habéis utilizado su ¿concepto? en un juego friki.
Ja, ja. ¡Vaya resumen más molón de lo ocurrido!
Esta claro que os lo pasasteis muy bien, y te ha quedado un resumen excelente.